La historia del gato como propiamente lo conocemos empezó probablemente en Oriente Medio siendo el gato uno de los últimos
animales en ser domesticados por el hombre y aunque hay diversidad de datos existen datos de hallazgos en Jericó (9.000
años) y Chipre (8.000 años).
Hipótesis
Geográficamente es Egipto donde por primera vez apareció el gato
doméstico; como hipótesis se cree que el gato se acercó al hombre atraído por
los ratones que estaban en sus campos y graneros, siendo paulatinamente
tolerados por el hombre al convertirse en destructores de plagas. Otros afirman
que pudo haber ocurrido una mutación genética que se tradujo en adaptación a la
domesticidad, y que los egipcios aprovecharon. Es de suponer que con el tiempo
las nuevas generaciones de gatos fueron fijando genes de domesticación con lo
cual mejoraron el nivel de convivencia con el hombre compartiendo gradualmente
sus hogares.
El gato en Egipto
El gato doméstico apareció en Egipto posiblemente desde la Primera Dinastía, o sea, 3.200 años antes de Cristo, pero a partir de la Quinta Dinastía se estableció su presencia entre los egipcios, como se puede apreciar
en la Tumba Ti (2.600 a.C.) en la que se encontró la pintura de un gato. Es
posible afirmar entonces que el gato ya existía en la tierra desde hace
aproximadamente 5.000 años; lo que indica que el gato doméstico tal y como lo
conocemos es un animal relativamente moderno.
Después de la Quinta Dinastía, el gato pasó a ser parte muy importante
de la vida de los egipcios, de su economía, su familia y su religión. Para los egipcios, la llegada de los felinos fue interpretada como un
envío divino para proteger sus cosechas; es más, su adoración posterior los
llevó a crear una diosa llamada Pasht, Bastet, Oubastis, Oubasted o Bast que tenía cuerpo de mujer y cabeza de gato. Ella simbolizaba la fecundidad,
la belleza, la luz, el calor y la energía solar. Además los egipcios tenían
algunas costumbres como el afeitarse las cejas en señal de duelo cuando un gato
de la familia moría, así como el realizar honores fúnebres y momificarlos.
El gato en el resto del mundo
La costumbre
de tener gatos se fue extendiendo a través de los países de Oriente Medio. Ya
en el año 1000 a.C. existen menciones en documentos sanscritos; en el 500 a.C.
en las epopeyas indias Ramayana y Mahabharata se encuentran
historias sobre estos animales. Desde aquel entonces el gato ha sufrido
variadas percepciones y significaciones en la cultura humana, desde adoraciones
hasta persecuciones: es el caso de la Edad Media en Europa donde casi se
extingue en tiempos de la Inquisición. Así llegamos a finales del siglo pasado,
donde se inicia la cría organizada y también comienza un cambio en la relación
hombre-gato con un ascenso en la valorización como animal de compañía. A esta
altura de fin de siglo XX, el gato se ha posicionado como uno de los dos más
importantes animales de compañía de toda la historia de la humanidad. En el año
1985 se registra por primera vez en los EEUU que la población de felinos (50
millones) sobrepasaba la población de caninos (49 millones), manteniéndose
actualmente esa tendencia. En muchos países de Europa la cantidad de gatos es
igual o superior a la de perros y en el resto de los países del mundo día a día
sigue ganando posiciones.
No me gustaría dejar el tema ahí sin recordar que en la actualidad hay una gran variedad de razas de gatos y de perros, y muchas de ellas nacieron por capricho del hombre, ya que las nuevas razas no tienen un uso práctico como el controlar ovejas por ejemplo, sino la competición en concursos de belleza. Os dejo un pequeño ejercicio para que recordéis algunas de ellas, tanto de perros como de gatos.
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